jueves, 4 de septiembre de 2014

"Gatico de Plata"




 
El cuarto ‘Gatico de Plata’, homenaje a la música de Lumbier
Carlos Aristu y Gregorio Zozaya representaron a todos los músicos

La cuadrilla de Letrau rindió homenaje a cien años de música local

Los homenajeados y la cuadrilla de Letrau, impulsora de la iniciativa, se fundieron con la charanga. Fotos: cedidas
Los homenajeados y la cuadrilla de Letrau, impulsora de la iniciativa, se fundieron con la charanga. Fotos: cedidas

LUMBIER - El cuarto Gatico de Plata fue doble este año en Lumbier, ya que recayó en los octogenarios Carlos Aristu y Gregorio Zozaya, antiguos componentes de varias formaciones musicales que representaron la larga tradición de un siglo de música en la localidad.

Con esta iniciativa, la cuadrilla de Letrau reconoce desde el año 2011 a los vecinos destacados por su aportación a la vida social, deportiva o cultural de la villa, elección que hacen de forma consensuada, y que este año fijaron en la música. “Una pasión que Lumbier atesora como una cualidad”, tal y como destacó en el acto José Mari Eguaras.

Apoyado en los apuntes de Historia de la Música local del escritor Eusebio Rebolé (Gatico de Plata 2013), y en el trabajo que sobre este tema realizó el grupo etnográfico Olatz, Eguaras hizo un breve recorrido de la actividad musical destacando la afición y el empeño de cuantos precedieron a quienes hoy constituyen la banda y la charanga, y lo personalizaron en los dos antiguos músicos: Carlos Aristu (Matxena) y Gregorio Zozaya (el Txairo).

Gregorio Zozaya (i) y Carlos Aristu (d), con su ‘Gatico de Plata’.
Gregorio Zozaya (i) y Carlos Aristu (d), con su "Gatico de Plata"
Ligados a la música desde niños, en años difíciles en los que no faltó en Lumbier, Matxena y el Txairo tocaron durante más de treinta años, hasta que llegó el relevo de la Txaranga Ilunberri. Muchos de ellos, la cuadrilla de Letrau entre otras, les siguió bailando. “Han sido los músicos de cuando éramos chavales y nos han alegrado muchas fiestas”, señalaban. “Esa larga trayectoria como músicos es la que hemos querido reconocer. Que hayan sabido mantener la tradición musical heredada, haciendo posible su continuidad”, apuntaron.

Los homenajeados, Aristu y Zozaya, mostraron su emoción y agradecimiento, dieron lugar a los viejos y entrañables recuerdos y disfrutaron de la visita de la Txaranga Ilunberri, con la que se fundieron. Esta vez, la música tocó para ellos, en un acto sencillo con nota muy alta, organizado por esta cuadrilla que ya piensa en el quinto Gatico de Plata.




  

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