jueves, 5 de septiembre de 2013

Pañuelos para los vecinos más pequeños




  

Pañuelos para los vecinos más pequeños


Once niños y niñas recibieron la bienvenida oficial y Catarina Urze fue la alcaldesa de la corporación infantil

 
Dantzaris de Azpea a la espera de los corporativos.
Dantzaris de Azpea a la espera de los corporativos. (Marian Zozaya)
Lumbier. Antes de entonar el Pobre de mí, Lumbier vivió ayer una jornada repleta de actividades iniciada por Catarina Urze, que lanzó el cohete del Día del Niño desde el balcón del ayuntamiento, acompañada del resto de corporativos, y de los nuevos vecinos y vecinas de Lumbier, que sumaron en total once. La jornada infantil se compartió con los calderetes, por lo que mientras el ayuntamiento se llenaba de la algarabía txiki, en la plaza siete cuadrillas cocieron sus guisos, resultando dos ganadoras por empate, Mari Fe Burguete y Fernando Sagaseta, mientras que el segundo premio recayó en María Ángeles Benito.
 
La alcaldesa por un día, Catarina Urze Pereira, presidió la corporación txiki de los recortes, ya que según anunció el alcalde, Mauro Gogorcena, la crisis también ha hecho mella en el programa, por lo que la habitual comida con la corporación infantil se sustituyó por unos vales para las atracciones y un aperitivo en el churrero. Además de la alcaldesa, hicieron de concejales Erica Amaro Morais, Sara Irurozki Yahia, Aitor Pérez Santacecilia, Nerea Gogorcena Olleta, Aimar Bidondo Aranguren, Leire Sánchez Miranda, Lidia Irigoyen Burguete y Mikel Goñi Otero. Estos tres últimos sustituyeron las ausencias de Irati Moreno Armendáriz, Naiara Beorlegui Labairu, y Guillermo Valencia Osa). Todos ellos se mostraron encantados con el cambio y, en general, con el programa de las fiestas, al que le añadirían tan solo "verbena también el último día", según comentaban tras su nombramiento.
 
La nueva corporación dio paso a la nueva vecindad: los niños y niñas nacidos entre el año 2012 y julio del 2013. En total sumaron once y en brazos de sus padres y madres recibieron el pañuelico de la bienvenida municipal de manos del Ayuntamiento oficial.
 
Los más txikis de Lumbier son: Aitor Aranguren Ruiz, Igoa Aristu Cabodevilla, Irune Juanto Orzanco, Ane Labairu Rios, Aimar Machín Beroiz, Naira Machín Cajal, Ander Meza Oneca, Leire Mugueta Arizcuren, Unai Napal Domeño, Fernando Quintana Moreno y Eder Zamora Montes. De su momentico disfrutaron visiblemente orgullosos, padres, madres y abuelos, que les brindaron el aplauso más largo.

Dantzaris. Además de los citados, la mañana la llenó el grupo local de danzas Azpea, de la ikastola Arangoiti, que bailó parte de su repertorio: Makilena, Txulalai, Lanestosako Arku Dantza, y Sorgindantza. "El Día del Niño venimos siempre a acompañar a la corporación txiki hasta la puerta de la iglesia, y después actuamos. Pero nuestro festival grande es en las fiestas pequeñas", apuntaba una de sus andereños.
  
La sorpresa de ayer es que se encontraron con la talla de San Ramón en el atrio de la iglesia, donde el alcalde le puso el pañuelo, antes de que comenzaran las danzas.
 
La última mañana de las fiestas de Lumbier, ya para los de casa, la completaron la Comparsa de Gigantes y Cabezudos con sus gigantes txikis, y gaiteros, que hicieron su kalejira antes y después de las danzas. Posteriormente, bailaron su despedida a las puertas de la casa consistorial, hasta donde se acercaron vecinos de todas las edades.
 
A la comparsa no hay muchas oportunidades de verla durante el año, y lo mismo ocurre con los sonidos de la gaita. "Y seis días de fiestas se han pasado, casi sin enterarnos. Cuesta entrar al principio, y luego da pena que se acaben", comentaban los vecinos.

Despedida. La Ilunberriko Txaranga echó el resto en la última ronda antes de cenar, uno de los ratos más concurridos de todas las fiestas. Dos horas más tarde, entonarían el Pobre de mí. Así Lumbier despidió ayer sus fiestas del 2013, tal vez menos numerosas, pero que han gozado de ambiente y tiempo extraordinario, y de un programa que ha llenado calles y plazas de actividades. Las que funcionan, "¿para qué cambiarlas?", dice el alcalde. Entre otras, la música, la pelota, (450 personas llenaron el frontón el domingo ), la comida de la juventud, y las noches alternativas de la Ilunberriko Barraka, con sus variados conciertos.



Fuente: Noticias de Navarra




 

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