miércoles, 4 de septiembre de 2013

Alegre y calurosa mañana de los Mayores




  
 

Alegre y calurosa mañana de los Mayores


Cinco parejas celebraron sus bodas de oro con una comida de 130 miembros del club de jubilados y un baile en el frontón


Las cinco parejas que recibieron el homenaje por sus bodas de oro. (Maria Zozaya)


En su penúltimo día de fiestas, Lumbier dio ayer paso a sus mayores, con la celebración del cincuenta aniversario de las bodas de cinco parejas del club de jubilados Nuestra Señora de la Asunción, a quienes acompañaron numerosos socios y socias, amigos y familiares en una alegre y calurosa mañana de agosto que superó los 30 grados.

El Día de los Mayores, abuelos y abuelas, comenzó como es costumbre en la iglesia, a donde fueron llegando con sus mejores galas además de los homenajeados, vecinas y vecinos de Lumbier, que les felicitaron al final de la misa.

Fue el momento en el que se mezclaron las emociones y los recuerdos, mientras se organizaban las fotos de familia. "Hemos llegado hasta aquí y además, lo hemos hecho juntos". Este hecho era para Adrián Arizcuren motivo de doble alegría que todos suscribían.

Amancio Rebolé y Esperanza Puente, Miguel Turrillas y Montse Vicente, Satur Burguete y Felisa Iriarte, Adrián Arizcuren y Angelita Domeño y Tomás Pérez y María Burgui fueron los protagonistas, que recibieron un detalle de manos de los miembros de la directiva del club que ocuparon los primeros bancos, junto a los miembros del Ayuntamiento y los presidentes de los clubs vecinos de Sangüesa, Aoiz, Aibar y Cáseda.

De la iglesia pasaron al aperitivo preparado para la ocasión en la sede, hasta donde llegó la música, también como parte del homenaje. Participaron acto seguido de una comida en el frontón que reunió a 130 socios y socias del club. Finalizada ésta, dejaron a un lado sus achaques y dolores, y participaron en el baile de uno de los días que los mayores de Lumbier cogen con más ganas, y que constituye para ellos una auténtica inyección anímica.

Celebración Numerosa. Entre los miembros de la directiva, Ángel Igarreta, como presidente, realzaba que la de ayer fue una de las celebraciones más numerosas. "Ha habido años, como el pasado en el que sólo participó un matrimonio", apuntaba. En cabeza desde el 2011, y hasta no se sabe cuándo "porque nadie quiere tomar el relevo", explicaba, preside un club de 287 socios que él califica como activo y descapitalizado como la mayoría en este tiempo de recortes. "Somos activos y podríamos serlo más con un poco de ayuda. Cada día es un poco más complicado, también a nivel burocrático. No nos lo ponen nada fácil", expresaba el presidente.
 
Destacaba la ayuda del Consistorio para seguir con la actividad. "Si no fuera por el Ayuntamiento, que se hace cargo de la luz, el agua y la calefacción en invierno no podríamos ni encenderla y tendríamos que cerrar", aseguraba.
 
La treintena de hombres y mujeres que acuden a diario hasta el club, la mayoría para" echar la partida", serían los perjudicados, porque "es su vida social y la necesitan", opinaba Igarreta, quien añadía que, a pesar de la crisis, él como presidente intenta dinamizar el club con diversas actividades culturales y viajes.
 
Los recortes también llegaron ayer a la fiesta de los Mayores de Lumbier, que tuvieron que cambiar el tradicional conjunto por un DJ. "Es más barato y nos evita trabajo", decía Igarreta.
 
Con el paso del testigo de los mayores a los más pequeños, y los consolidados calderetes en la plaza, Lumbier gozará hoy con su último día de fiestas. Entonará el tradicional Pobre de mí bajo el balcón del ayuntamiento, y la Ilunberriko Txaranga se encargará del resto.



Fuente: Noticias de Navarra



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