miércoles, 29 de febrero de 2012

'La vida ondulante' libro del escritor navarro Ramón Eder (Lumbier, 1952)

'La vida ondulante' libro del escritor navarro Ramón Eder (Lumbier, 1952)


«A veces la mejor forma de expresar la verdad es decir las cosas al revés»
Ramón Eder, ayer en Donostia. :: JUANTXO LUSA
«A veces la mejor forma de expresar la verdad es decir las cosas al revés»

El escritor navarro afincado en Pasaia reúne en 'La vida ondulante' su última colección de aforismos

El escritor navarro Ramón Eder (Lumbier, 1952) afincado en Pasai Donibane reúne en 'La vida ondulante' (Ed. Renacimiento) tres colecciones de aforismos, un género al que parece abonado últimamente tras sus experiencias en el relato corto y la poesía. «Creo que el libro muestra una coherencia ideológica y personal porque cada aforismo es una pincelada en el autorretrato del autor».
-«Un buen aforismo es un relámpago en las tinieblas». ¿Por qué?
-Un buen aforismo ilumina algo que en principio está oscuro.
-Este género tan escueto, ¿Es como los mensajes de twitter, pero sin derecho a réplica?
- Exactamente, de momento no hay posibilidad de réplica, a no ser que lo cuelguen en la red, cosa que ya están haciendo porque el género se presta bastante. En ese caso, sí hay posibilidad de respuesta.
-¿Está en desuso el aforismo?
-No, precisamente ahora, está habiendo en España un renacer del género. Siempre hubo aforistas, como Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Bergamín... aunque durante unos años fue un género muy marginal y minoritario. Sin embargo, ahora hay editoriales que han iniciado colecciones exclusivamente dedicadas al aforismo.
-¿A qué atribuye este resurgir del género en castellano?
- Algunos dicen que se debe a que los géneros breves se prestan mucho a estos tiempos de prisa y rapidez. Y también a la búsqueda de la intensidad frente a los grandes discursos. Ahí están Twitter o los blogs, que se prestan mucho a los textos breves.
- Si se descuida, le puede salir un libro de autoayuda.
-Bueno, es un género con el que hace frontera, al igual que con la publicidad o el graffiti. Hay varios campos que están lindantes, aunque yo trato de hacer literatura.
- Pero tiene abandonados el cuento y la poesía.
- Sí, últimamente me dedico bastante al aforismo. Me he decantado por éste porque creo que es lo que mejor hago.
- Habrá quien le diga que es un género de vagos.
-Sí, por una parte, es de vagos, pero por otra, te exige más que ningún otro porque tienes que apurar mucho. En una novela o en un cuento, puedes ir contando cosas, extendiéndote... El aforismo es una frase que tiene que funcionar a la primera y si no lo hace se nota en el acto. No hay aforismos regulares.
-¿Hace mucha criba?
-Sí, trabajo mucho los aforismos y luego los voy seleccionando. Cuando pienso que alguno falla por algo lo elimino. Aún y todo, se puede colar alguno, pero trato de ser muy selectivo.
-¿Cuándo se le ocurren?
- Leyendo, pero también en un bar y lo apunto en una servilleta porque el orden de las palabras es muy importante. Lo que piensas por la mañana igual ha perdido gracia por la tarde.
-¿Sacrificaría una verdad por la belleza de una frase?
- No me gustaría, aunque también es cierto que el género tiene un punto de frivolidad. Bergamín decía que «un aforismo, más que cierto o incierto, debe ser certero». Se juega un poco con la verdad, pero no me gusta decir cualquier cosa porque sea graciosa. Muchas veces, la mejor forma de expresarla es diciendo las cosas al revés.
- Los escritores son una de las dianas favoritas de sus dardos.
-Me meto mucho con todo, también conmigo mismo. Es un género crítico, no complaciente. Me meto con periodistas, escritores, políticos, los tópicos y lo políticamente correcto.
-Repasemos algunos aforismos: «Siempre cometemos los mismos errores, lo cual nos da una especie de extraña coherencia».
-Es curioso porque lo que nos hace humanos son nuestras peculiaridades y defectos. Sin ellos, seríamos perfectos y todos iguales.
-«Un país que tiene mezclado en su bandera el rojo y el amarillo tiene que ser necesariamente violento».
-Bueno, es una broma, pero son dos colores que sugieren cierta agresividad, aunque también entusiasmo y alegría. Así ha sido nuestra historia.
-¿Y uno que tiene mezclado el rojo, el verde y el blanco?
-El blanco ya suaviza las cosas.
- Sigamos: «La vida consiste en utilizar bien las palabras 'sí' y 'no'».
-Hay gente que lo ha relacionado con el sistema binario. Yo no me meto tanto, pero lo cierto es que estamos siempre tomando decisiones en todos los terrenos y es muy importante esa capacidad rápida de decir sí o no a las cosas hasta el punto de que condiciona nuestra vida.
- «Si uno se pone muy a menudo la venda antes que la herida se puede acabar convirtiendo en una momia».
-Es una crítica al exceso de prudencia y precaución porque al final acabas sin heridas, pero amortajado.
-«El que se duerme en los laureles se despierta en un campo de minas».
-Es un aviso dirigido a tomar precauciones en épocas cómodas y fáciles porque después te das cuenta de que has perdido el tiempo y las cosas se han complicado mucho.
-«Cuanto más se conoce a una persona más misteriosa parece».
-Sí, es algo curioso. Cuanto más profundizas en una persona más se abre el campo. Sucede también en las relaciones de pareja: no es que resuelvas el enigma, es que se hace mayor, lo cual también es bueno.
-«A los tímidos no les queda más remedio que ir de audacia en audacia».
-El tímido tiene que estar superando su timidez y para conseguirlo se hace el audaz.



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